El estropicio corta
hilos del corazón
que velaban ocultos
en el paciente pecho.
Es como un deterioro
en que lo más privado
se ve expuesto a las iras
del mundo contumaz.
Somos como una casa
en la que el alma espera
no las furias del orbe
sino el otro dictamen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario