Nadie sabe qué tordos
cantan en el poema.
Hay quien no escucha nada;
hay quien oye leones.
El mismo autor ignora
su contenido. Azares
competen a los versos,
que no piden permiso
para ser y vivir,
para decir sus cosas.
Como pasan las motos así pasan los años: uno tras otro. Pero las motos se repiten, los años no. La mente se esfuerza en encontrar sími...
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