Pronto cumplo cincuenta
años de vida. Soy
más solo que los pobres
de corazón y pierdo
mis dudosas jornadas
entre palabras mudas
que los libros asilan.
Es una muerta luz
la del amor y ahora
soy un zombie latoso,
un íncubo, un demente
de los recuerdos. Sí:
retirarme sin más
de este lloroso circo.
Ítem: ser olvidado
por aquella mujer
de voz tan grave y dulce.
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