Tendré que una vez más
recluirme en mi celda
y cepillar mis dientes
con harinas vencidas.
(Los autos pasan broncos,
como las estaciones.)
¡Que las llagas me cubran
y que todos me eviten!
¡Sí: que los otros reos,
odiosos, se me aparten!
Como pasan las motos así pasan los años: uno tras otro. Pero las motos se repiten, los años no. La mente se esfuerza en encontrar sími...
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