Tres décadas pasaron
desde que enloqueciera.
Esos males se fueron.
Vinieron muchos más.
Mujeres hubo pocas.
Como aquélla, ninguna:
cruz de mi pecho, esquiva
como los paredones.
Como pasan las motos así pasan los años: uno tras otro. Pero las motos se repiten, los años no. La mente se esfuerza en encontrar sími...
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