Solo como los buitres
que avistan la carroña
desde muy lejos, hubo
un amor que murió
o al que maté. El cadáver
está en mi pecho, ardiente
de negación y olvido,
de nombres derrengados.
Como pasan las motos así pasan los años: uno tras otro. Pero las motos se repiten, los años no. La mente se esfuerza en encontrar sími...
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