No soy el epitafio
de una lengua cualquiera.
Ya no pueden ser dichos
ni el amor ni la luna.
Seco como el verano
en el que arden los bosques,
sin luz como los muertos,
la esperanza no existe.
Como pasan las motos así pasan los años: uno tras otro. Pero las motos se repiten, los años no. La mente se esfuerza en encontrar sími...
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